domingo, 15 de junio de 2008

DESINTOXICACION DEL HIGADO




Normalmente los residuos de la alimentación son expulsados de las células y pasan a la linfa y a la sangre que los transportan a los órganos excretores -sobre todo al hígado y a los riñones- donde son transformados y conducidos a los órganos de evacuación. Pues bien, como el organismo lleva siempre un cierto retraso a la hora de efectuar la limpieza es evidente que no ingerir alimentos durante un tiempo -o, al menos, limitar su ingesta- le permite dedicar más energía a la depuración. Es más, cuando se efectúa un proceso de desintoxicación se aprecia en el hígado una pérdida importante de peso, lo que se debe a que el hígado quema tanto el glucógeno de reserva que contiene como buena parte de la grasa acumulada.


La Depuración

El buen estado de salud se da cuando el conjunto de actividades de los órganos y funciones corporales se realizan de forma correcta y en equilibrio siendo la ruptura del mismo lo que nos lleva a perder la salud. Por otra parte, la actividad de las células que forman nuestro organismo genera sustancias de desecho que eliminamos de forma natural cuando éstas no sobrepasan el nivel de tolerancia, algo que depende de cada individuo (edad, herencia, estado general...).
Sin embargo, hay alimentos y productos como el café, el tabaco, diversas drogas, productos tóxicos, algunos aditivos alimentarios, contaminantes de las aguas, medicamentos, etc., que dificultan las actividades celulares e incrementan la cantidad de elementos de desecho por lo que los órganos eliminadores (emuntorios) se ven desbordados e incapaces de desembarazarse de un nivel elevado de toxinas.


En suma, se puede afirmar que la salud de un individuo depende de la capacidad de su organismo para eliminar los residuos perjudiciales, tanto de origen interno como externo. Y como quiera que hoy el ser humano no suele mantener una conducta que respete las leyes naturales en cuanto a alimentación, ejercicio, hábitos de conducta, etc, llega un momento en el que comienzan a aparecer signos de que se hace necesaria una depuración. Signos que unas veces se manifiestan como una enfermedad grave y en otras en forma de síntomas generales como fatiga, caída del cabello, pérdida de apetito, uñas quebradizas, dificultad para conciliar el sueño, decaimiento, astenia y otros signos subjetivos que indican falta de energía.
La depuración del organismo -y en particular la depuración hepática- es pues una de las primeras acciones que deberíamos tomar cuando nos planteamos el tratamiento de cualquier patología. Porque lo más eficaz es siempre comenzar "limpiando el terreno".


Síntomas del Proceso Depurativo

Depurar el organismo consiste en disminuir su nivel de toxemia. Y eso debe hacerse disminuyendo los tóxicos externos, por un lado, y ayudando a los órganos eliminadores a realizar su función estimulando la eliminación de toxinas, por otro. Un buen drenaje debe durar entre 3 y 10 días. Depende del estado general (que evidenciará de un modo aproximado el nivel de toxemia), de la edad, de la constitución y de si existe o no alguna patología.


Hay que advertir, en todo caso, que un proceso depurativo conlleva a veces la aparición de lo que podríamos denominar una "crisis aguda", algo que patentiza que en el organismo se están produciendo cambios significativos. Durante esa crisis observaremos cómo se cumple la "Ley de Hering": cuando existe una sintomatología muy evidente todos los síntomas van cambiando, expresándose por orden inverso de aparición: primero los más recientes, después los más antiguos. Y antes los de las zonas inferiores que los de las zonas superiores.
Existen además una serie de signos que nos informan de la evolución del proceso:
la lengua se cubre de una gruesa capa de saburra blanca o amarillenta (en función de la composición de los residuos que se eliminan por esta vía). Cuando vuelve a ser sonrosada y la capa de saburra es blanca y fina otra vez es indicio de que la depuración ha finalizado.
el aliento es fuerte, a veces hasta fétido. Cuando se ha depurado lo suficiente vuelve a ser fresco y limpio.


La orina es más oscura y densa, con olor fuerte y diferente. Vuelve a ser clara al final de la depuración.
Las heces son también más oscuras, concentradas y abundantes volviendo a su color y textura normales cuando finaliza la depuración.


Hay que destacar que cuando la técnica utilizada consiste en un ayuno la cantidad de materia fecal no aumenta aunque también es cierto que generalmente hay deposición diaria, señal de que en el interior del intestino había residuos que no podían eliminarse con la defecación normal cotidiana (esto ocurre sobre todo en personas que de manera habitual son estreñidas o bien tienen divertículos en el intestino).


Esta crisis puede acompañarse en ocasiones de diversos síntomas generales como:


-Dolor difuso y/o jaqueca, señal de alarma para el organismo que invita a la búsqueda de calor, reposo, rechazo de alimentos...
-Fiebre que tiende a disminuir con rapidez el índice de toxemia excesivo pues pone en marcha unas medidas excepcionales. Es el caso de un aumento de la frecuencia cardiaca, el incremento de la circulación sanguínea y el reforzamiento de la función respiratoria.
Y dado que sabemos que la fiebre cumple una función de defensa orgánica, es importante no actuar nunca contra ella -a no ser que sea muy elevada- sino mantenerla controlada en todo momento; por ejemplo, mediante la aplicación de paños fríos acompañados de fricciones en la espalda o baños de agua fría.
- Aminoración de las funciones muscular y sensorial así como de la digestiva. Estos síntomas suelen aparecer con más intensidad cuanto más elevada es la toxemia y más riguroso el procedimiento adoptado mientras que se presentan de forma muy suave o incluso no aparecen cuando la toxemia es leve y/o la depuración se realiza lentamente, con supresión gradual y paulatina de bebidas estimulantes como el café o el té y la adopción de unos hábitos adecuados y de una dieta depurativa.


Dependiendo de cada individuo, podríamos encontrarnos con otros síntomas particulares como aumento de la sudoración, incremento de mucosidades nasales o faríngeas, lagrimeo, aparición de forúnculos, etc.
Lo más aconsejable, siempre que los síntomas no sean demasiado violentos o impliquen algún riesgo para el individuo, es encauzarlos mediante técnicas naturales y no suprimirlos ya que la propia naturaleza del individuo es la que elige la forma más adecuada para restablecer el equilibrio.


Recomendaciones durante la Desintoxicación

-Consuma, si le es posible, alimentos de origen biológico.
-Consuma frutas como desayuno, almuerzo y/o sustituto de la cena.
-Prepare los alimentos al vapor, hervidos o a la plancha usando utensilios de acero inoxidable
-Elimine el consumo de productos refinados, la carne roja y los productos lácteos y derivados.
-Evite el consumo de bebidas alcohólicas, excitantes, etc.
-Procure no tomar alimentos fritos, congelados, precocinados, etc.
-Tome algún tipo de caldo depurativo diariamente y fuera de las comidas.
-Trate de reducir la cantidad de alimentos a ingerir.
-Evite las situaciones de estrés.
-Mantenga una higiene externa e interna adecuadas.
-Realice una actividad física acorde con sus necesidades.
-Duerma un mínimo de horas para que el sueño sea reparador.
-Beba agua filtrada o embotellada.

1 comentario:

Nuestra Salud dijo...

Los remedios naturales ejercen un efecto beneficioso sobre el hígado, las hierbas usadas también tienen otras ventajas terapéuticas importantes, que contribuyen más aun a un cuerpo sano y a una calidad de vida mejor.